LA AVENTURA DE SER DOCENTE

El ser docente no es fácil, pero tampoco imposible, porque en el camino de la práctica se va aprendiendo el proceso de la enseñanza-aprendizaje frente a los alumnos. Porque el alumno que se forma, será para el futuro del mañana donde aplique sus conocimientos adquiridos, en el trabajo y medio social que se encuentre, y no sea una persona inepta, considerando así mismo el camino que pueda elegir a futuro.

El ser docente implica varias situaciones, sociales, económicas, políticas, etc. En primero punto, por la falta de interés de la participación de los padres de familia en la educación de sus hijos, en segundo punto por los apoyos económicos que perciben a través de los proyectos encomendados por el gobierno federal, estatal y municipal. Ya que los padres de familia están acostumbrados a recibir y no dar.

Otra de las dificultades que se presentan en el aula, son las cuestiones administrativa, reuniones oficiales y sindicales, la falta de aulas necesarias e inmuebles que sean adaptados de acuerdo a sus necesidades del educando; la falta de aula afecta la socialización del alumno-maestro y viceversa, por los espacios de las áreas de rincones de lectura, enciclomedia, etc. Todo esto afecta al educando, en relación a su enseñanza aprendizaje.
Por otro lado también cabe mencionar que el maestro tiene que poner en práctica, sus habilidades y capacidades, para dar una mejor enseñanza-aprendizaje en los alumnos; tomando en cuenta los intereses, necesidades de los niños y el medio que lo rodea. Así mismo seguir actualizándose de forma permanente y continua para adquirir más conocimientos y estrategias adecuadas para cada uno de nuestros alumnos, tomando en cuenta, sus diferentes grados de dificultad en el desarrollo de la enseñanza-aprendizaje. De acuerdo a lo antes mencionado, el profesor podrá dar respuestas a la realidad educativa, que se presente cotidianamente.
Anteriormente las personas fueron educadas en primaria sentadas frente a un pupitre, mirando en el pizarrón las explicaciones del docente y tomando apuntes al dictado del maestro. La enseñanza, monótona y poco motivadora, se consideraba adecuada a las condiciones de vida de la época.
Hoy, seguro que sería equivocado pretender educar de la misma forma a los niños, más acostumbrados aun a las imágenes, a los cambios vertiginosos, al movimiento incesante de la televisión y los videojuegos. Para que el trabajo docente sea eficaz, el maestro debe adaptarse a la acción y pensamiento de los alumnos.